jueves, 13 de mayo de 2010

5 de febrero




No me puedo acostumbrar al flequillo. Llegué a casa y cuando me vio mamá me dijo de todo. El Beto me gastó durante toda la cena que parecía esa periodista de América que se corta siempre el pelo como mordida de perro, bueno, ésa. Valentino no me dijo nada, pero me miró con esa carita de "¿qué hiciste fabi?", lo conozco, es un dulce pero me lo dijo a su forma igual. Encima falta Roberto, no le dije nada pero... ya sabemos cómo es.
¿Para qué me corté el pelo? ¿Acaso no puedo necesitar un cambio como cualquier mina? Por qué tanta opinión sobre lo que hago y lo que no hago. Es mi vida!
Igual me queda horrible.

Fabiola.

1 comentario:

  1. qué hacés cortandote el pelo a los "ponchazos".¿no sabés que por más que uno se arregle,él no se aviva?¿para qué gastar "polvora en chimango" si igual te van a decir que gastaste plata al cuete!!!hay Fabiola!!! aprendé un poco...avivate...!!!!!

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